Por Taís Kuri– La colonia Roma constituye un escenario de actividades culturales en todas las épocas del año, siendo el punto de encuentro por excelencia del arte, el diseño, el cine de autor, la farándula, la gastronomía y la diversidad social. Un recorrido por sus calles puede ser un gancho para pasar todo un día haciendo cosas allí, curioseando por sus locales o disfrutando de los espectáculos, conciertos y eventos que en esta zona conviven.

En el corazón de la colonia -y arropado por numerosos negocios particulares- se encuentra el cine Tonalá, sito en la calle homónima, que en náhuatl significa ‘el lugar donde el sol sale’. Este coqueto cine encierra una interesante alternativa cultural al resto de opciones que la ciudad ofrece; además, se integra en un espacio antiguo, pero adaptado, con pequeñas y acogedoras salas, de especial encanto. Destaca la calidad del programa de eventos que la organización de este espacio confecciona anualmente, en el que prima el género cinematográfico en su vertiente más alternativa. Es, además, un lugar de encuentro gastronómico y convivencia, así como una plataforma de las artes escénicas, como el teatro. Y es aquí donde me quiero detener en esta ocasión.

Solamente la ilustración de la obra me invitó a leer su título y sólo la lectura del título me instó inmediatamente a leer la sinopsis. Después, lo tuve claro y escribí a mis contactos con una atractiva proposición de sábado sabiendo que -si nadie aceptaba- iría sola a ver la función.

‘Perhaps, perhaps… Quizás’ es el nombre de esta pieza de clown de una hora de duración escrita, dirigida e interpretada por Gaby Muñoz –La Chula, a quien tuve el gusto de conocer tras la primera puesta en escena a la que asistí.

En una sala confortable y pequeña, pero amplia al mismo tiempo, del anteriormente citado cine Tonalá se puso en escena esta colosal pieza teatral y digo colosal, porque todos los elementos de los que se compone la hacen una pieza grande dentro del género clown. Y es que La Chula ha sabido llevar sobre las tablas los distintos obstáculos que el ser humano se autoimpone a lo largo de su crecimiento personal, así como las estereotipadas fórmulas creadas por la sociedad para el alcance de la felicidad que resultan -paradójicamente- producir el efecto contrario.

Además, La Chula nos recuerda conceptos como la esperanza, la paciencia, el anhelo, la ridiculización, la compasión, la perfección o la idealización del amor dentro del mundo en el que vivimos, haciéndonos reír, reflexionar, emocionarnos y, sobre todo, empatizar con el personaje y sus decisiones en todo momento.

No hay diálogos -ni una palabra-, no hay alboroto ni grandes efectos, no hay corrida de telón ni cuarta pared, no hay personajes protagonistas ni secundarios… Reina la sencillez y el silencio en casi todo momento, pero es el silencio más sórdido que jamás antes he percibido. No importa reprimirse las risas o las lágrimas por si no alcanzas a entender lo que dicen los actores, aquí no importa, puedes reír y llorar y seguir el argumento de la obra perfectamente, pues se muestra de una forma magistralmente clara.

Se rompe la cuarta pared y se produce una interacción espectacular entre la actriz y el público, dando lugar a la improvisación y al azar objetivo, siendo La Chula la encargada de incorporar a los espectadores en la historia y de ir re-conduciendo sutilmente su argumento hasta que estos espontáneos desaparecen de escena y la obra sigue su curso.

Es todo esto y otros factores los que te envuelven y te atrapan en la historia al instante: es la luz y el atrezo, es una puesta en escena romántica y naíf al mismo tiempo, es la interpretación gestual apoyada por un maquillaje estratégicamente logrado y, sobre todo, la respuesta positiva de un público entregado.

Tanto disfruté que regresé una segunda vez, experimentando las mismas sensaciones y reafirmando mi anterior discurso. Perhaps, perhaps… Quizás es una opción teatral altamente recomendada, queridos amigos.

¿Nadie querría acompañarme una tercera vez? Ya solo quedan 4 funciones: sábados 20 y 27 de agosto a las 19 horas y domingos 21 y 28 de agosto a las 18 horas, ¡anímense!