Por Chucho Martínez A lo largo de mi carrera en la moda, he estado en diferentes frentes de la industria, coincidiendo siempre dentro del área de Marketing, PR y organización de eventos. Sin lugar a dudas, una de las experiencias más enriquecedoras en mi vida fue cuando participé en la producción del legendario evento Moda Nextel, liderado por Lisette Trepaud, quien ese entonces era la Directora de Relaciones Públicas de la compañía.

Este evento se presentaba como el show de moda más importante de toda Latinoamérica y vaya que lo era, lográbamos reunir en una misma pasarela a los diseñadores más importantes de la época, pero sobre todo, a las top models más famosas de la industria a nivel mundial.

Desde que era pequeño, una de las cosas que más me apasionaba era la personalidad de las modelos: Cindy Crawford, Linda Evangelista, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Christy Turlington, Kate Moss y Tyra Banks eran parte de los nombres que me encantaba seguir y quienes me inspiraban a avegiruar más sobre la moda.

Al día de hoy, las modelos me parecen fascinantes. Creo que, para ser una top model, se debe poseer un “je ne sais quoi”, un halo que cuando las ves, parezcan de otro planeta, o que siempre te preguntes, “¿Quién será ella?». Para los diseñadores, ellas tienen que transmitir la esencia de la marca, tienen que ser “el gancho” perfecto para la ropa que traen puesta y su manera de caminar lo dice todo.

La vida me ha llevado a trabajar con muchas de las modelos que más admiraba y a vivir anécdotas increíbles que me hicieron saber que también son seres humanos comunes y corrientes, que esto es un trabajo para ellas y que el tomárselo en serio y trabajar es la única forma de ser una profesional también en ese ámbito:

Naomi Campbell fue de las primeras top models que conocí, yo comenzaba a formar parte del equipo de moda de Acapulco Fashion y ella era la invitada especial en la edición de 2005, cosa que me emocionaba muchísimo. Lo que más me impresionó de ella no sólo fue su impresionante piel y manera única de caminar, sino la impositiva manera que tenía de hacer que las cosas sucedieran: requerimientos especiales de agua, maquillistas, camerino e inclusive líneas de comunicación, no todo el mundo podíamos hablar con ella y, evidentemente, ella escogería qué ponerse. Toda la producción estaba muy nerviosa, pues en cada cambio había riesgo de que no saliera a la pasarela. Al final del día, el evento salió increíble y la llamada “diosa de ébano” encabezó un suceso impresionante para la moda en México, catapultándola a nivel internacional con su imagen.

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Karolina Kurkova, originaria de república checa y famosa por su interminable sonrisa, ombligo inexistente y largas piernas, fue la invitada del primer Cancún Moda, en 2008. Lo que más recuerdo de ella es su increíble y relajada personalidad, fue la primera y más dispuesta a saludar a todas las modelos a su llegada, abierta a ponerse lo que le dijeras y amable con todos los asitentes al evento. Las dos anécdotas más curiosas que recuerdo de ella es que pasó por nuestra mesa preguntándonos qué le podríamos recomendar para desayunar y terminó desayunando una mezcla típica de huevos con frijoles que le encantaron; la segunda fue cuando a su llegada al backstage encabezó el grito inicial para las otras 100 modelos que participaban en el desfile, en el que les pedía que se divirtieran al máximo y disfrutaran ser vistas por toda la gente.

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Maria Carla Boscono, una de las favoritas de Karl Lagerfield, protagonista de las pasarelas más importantes del mundo y nombrada por Forbes como una de las 15 modelos mejor pagadas del mundo, viajó a Acapulco en el 2009 acompañada por su mamá. Dueña de una personalidad y físico únicos y una belleza poco comprendida por el público en general, cautivó a todos los presentes en el evento por su particular forma de caminar, además se declaró fan de las diseñadoras Julia y Renata, de quienes modeló un look, el cual terminó llevándose a casa de lo increíble que le pareció.

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No podían faltar las modelos de Victoria’s Secret. Para mí, la más impresionante de todas es Candice Swanepoel, poseedora de una cara perfecta y belleza impactante, pero de una personalidad por demás tímida. Alessandra Ambrosio, sin duda la más esperada por el público y la prensa mexicana, sólo estuvo 12 horas en México, lo que le bastó para conquistar a propios y extraños y a todos los que estábamos en la producción. Izabel Goulart, el cuerpo más impresionante que he visto en mi vida y dueña de un halo sexy que activaba desde el primer paso que daba; tambien dueña de un temperamento no tan amigable para el resto de la producción.

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No puedo dejar de mencionar a dos personalidades que me impreisionaron en demasía: Carmen Kass, cuyo caminar es el más espectacular y original de todos, pero sobre todo por su increíble inteligencia; y Coco Rocha, por su blanca piel, cuerpo perfecto y su increíble talento como entertainer, una conductora perfecta.

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Éstas son solo algunas de las historias y anécdotas de las top models con las que he trabajado y convivido, sin lugar a dudas, experiencias inigualables. Ojalá y sigamos viendo verdaderas leyendas que inspiren a las personas celebrando la estética y la pasión por esta industria.

¡Viva la moda y que vivan las modelos!