Por Jorge Fernando González– Frida Kahlo es -nos guste o no- la mexicana por antonomasia.

Esto no es gratuito. Como artista logró conectar con las personas como nadie antes lo había hecho. Su extenso cuerpo de obra vibrante, visceralmente lacerante y explícitamente sexual, continúa fascinando a propios y extraños.

Mención aparte merece su estilo personal. Sólo ella era capaz de portar un huipil del istmo con la misma gracia y elegancia que un vestido de seda, siempre acompañados de un collar precolombino de cuentas o pendientes de filigrana. En manos de cualquier otra persona esto habría resultado en un disfraz ridículo e inverosímil, pero en manos de la coyoacanense, este atuendo se convirtió en recurso expresivo.

Hay quienes la acusan de fetichizar la indumentaria mexicana, convirtiendo la vestimenta indígena en un cliché acartonado y un producto de consumo irreflexivo. Lo cierto es que continúa siendo musa e inspiración de muchos. Íconos contemporáneos como Madonna y diseñadores como Jean Paul Gaultier, Ricardo Tisci y Antonio Marras reconocen en Frida una fuente inagotable de inspiración.

Hoy, en el aniversario de su nacimiento, evocamos el espíritu de la pintora e imaginamos cómo luciría si continuara entre nosotros. Esto es lo que creemos que Frida Kahlo usaría en pleno 2016.

Fridamania

Imagino a Frida usando ropa de diseñadores mexicanos. Carla Fernández sería, sin duda alguna, de sus favoritas. Los bordados de este increíble poncho de seda fueron hechos por artesanas de Tenango, Hidalgo. La ética de trabajo de Carla, aunado al impecable diseño, harían las delicias de la pintora.

Estos pendientes de la firma mexicana L’Impératice, compuestos de pequeñas manos y glándulas mamarias de bronce, definitivamente son algo que André Breton le habría obsequiado a la pintora. Surrealistas y muy bellos.

Frida, ¿para que querrías alas para volar, si podrías caminar por las bulliciosas calles circundantes a la caza azul en Coyoacán enfundada en estos hermosos y comodísimos escarpines de Chanel?

La Frida Kahlo del 2016 amaría usar jeans, la prenda emblemática de la clase obrera. Estos flare pants de Chloé serían perfectos para ella puesto que, además de ser súper stylish, su exagerada silueta disimularía la delgadez de su pierna derecha, producto de la poliomielitis que contrajo a los seis años de edad.

La amistad entre la pintora y la excéntrica Helena Rubinstein es bien conocida, resulta sencillo, entonces, deducir por qué era tan aficionada al lipstick. Esta barra color bugambilia de Lipstick Queen sería de sus favoritas.

Accesorios, quintaescencia del atuendo habitual de Kahlo. Este collar de Rapsodia y este brazalete de Gaiane de Pieces aportarían un toque de actualidad a su apariencia sin perder un ápice de identidad.